sábado, 4 de mayo de 2013


Plaza Ballivián de El Alto. Sólo queda el cajón donde se había instalado un reloj electrónico

TEXTO Y FOTOS: José Luis Quispe CondoriHace dos meses aproximadamente, seis relojes electrónicos que fueron instalados en 2011 en plazas y avenidas de la ciudad de El Alto, fueron recogidos por la empresa Torre Fuerte que adujo haberlos llevado a revisión porque tenían problemas técnicos y hasta ahora nadie sabe qué fue de ellos ni si volverán a ser colocados.

“Sí, los hemos llevado a nuestros laboratorios, porque estaban descalibrados” dijo Gonzalo Maraz, propietario de dicha empresa que donó 22 de estos aparatos y los colocó en diferentes vías públicas alteñas. “Están en mí laboratorio, los tenemos que calibrar  y después encapsularlos para volver a colocarlos en un mes y medio”, explicó en aquel momento.

Los seis relojes electrónicos estaban ubicados en los siguientes lugares: la Plaza Ballivián, ingreso al aeropuerto, en el Juzgado, en la ex tranca a Río Seco, en la avenida Chacaltaya y frente a la Unidad de Transito.

Al referirse a este asunto, Mario Siñani, director de Servicios Viales de la Alcaldía de El Alto señaló que nos les informaron sobre el retiro de los relojes: “Habría que ver qué pasó con esos relojes, pero es una pena que ya no estén” aseveró. No se sabe cuál es el costo de cada uno; sin embargo, se cree que su precio podría estar alrededor de  1.500 dólares.

Transeúntes y vecinos de la Plaza Ballivián expresaron su extrañeza: “No, ni siquiera me percatá de este tema”, dijo un heladero. Mientras que otro ciudadano que pasaba por el lugar apuntó: “Los cables están colgando, se los han debido llevar”. Finalmente un salteñero se limitó a indicar: “Siempre desaparecen, lo mismo pasó con los  basureros que colocaron. Nadie cuida”.

Cada reloj había sido instalado en un cajón de metal, sobre una torre de unos tres metros, pero ahora sólo están cables sueltos de electricidad.

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